martes, 28 de febrero de 2012

Desafíos

Tener las ganas de escribir ahora es un escribiré después, así he perdido muchos pensamientos divertidos que terminan vagando sin existencia en mi mente. Saber donde estoy ahora, es pensar en donde estaré después, así vivo esperando un éxito imaginario disfrutado por mi autoestima.

Pensar en ese amigo que a pesar de todas las peleas y diferencias, lo aprecias mucho porque lo consideras una gran persona, es mucho más realista que idealizar un futuro. Saber que ya estás viviendo tu oportunidad y creciendo como persona, recordando los sueños que te motivaron a diseñar tu camino, tus decisiones junto con tus expectativas, ver lo desconocido como algo inalcanzable para después darte cuenta que ya lo estás viviendo.

Recuerdo el día en que entré a estudiar Publicidad, ni siquiera sabía lo que era publicidad y estaba ahí porque el instituto quedaba cerca de mi casa, no tenía muchas aspiraciones más que cumplir con una carrera para tener una buena calidad de vida. En un día tuve que elegir mi carrera por un inesperado crédito del estado, ¿Qué chucha hago? Pensé, mientras miraba un reloj que apresuraba mi decisión porque en dos horas tenía que estar matriculada en un instituto. Y… ¿Qué eliges? Escuché, Publicidad respondí, ¿por qué Publicidad? No sé, no tengo tiempo, pero querías estudiar fotografía, sí pero era un técnico para matar el tiempo, no tengo una cámara ni la plata de los materiales para elegir esa carrera, ¿Y qué es la Publicidad? Son esos comerciales de la tele, igual debe ser entretenido…Jajaja después descubrí que la Publicidad es una mentira para controlar la decisión de los consumidores, ahí tomé interés por la carrera, qué loco es aprender a comunicar con el objetivo de ser escuchado. Había encontrado la solución a todos mis problemas, me enseñarían a manipular los sentimientos de las personas, admito que me emocionó la idea.

Ahora que estoy trabajando en publicidad, olvidé mi proyecto para cambiar el mundo, es momento de retomarlo, no quiero dejar mis sueños por estúpidos que sean, ellos son los que me motivan a ser una mejor persona.

Felicito a mi amigo por sus logros, terminar una carrera con el mismo grupo desde el primer año, es como mantener un matrimonio, hay que ser tolerante a pesar de las complicaciones que se presentan en el trayecto. Al final nos damos cuenta que hemos dado ese paso a lo desconocido y comenzado una nueva etapa, más madura y responsable, con desafíos realistas para demostrar aquello que nos diferencia del resto.